Os debía una entrada desde hace tiempo pero no me dio tiempo ni a colgar el «cerrado por vacaciones» de rigor, ya que no tenia intención de hacerlo, pero causas ajenas me impidieron publicar lo que quería en su momento.
Cuatro lunes atrás comenzó la segunda temporada de #trospi2 (Frágiles para el resto del mundo) una serie cuya única relación con la fisioterapia es el titulo que se vio colgado en una pared en algunos capítulos de la primera temporada, de aquí podríamos extrapolar que Pablo (Santi Millán) su protagonista, es fisioterapeuta, pero no hay mas de donde rascar.
Cada vez mas veo tuits alegando el poco crédito que nos da esta serie a los fisioterapeutas y el daño que puede ocasionarle a la fisioterapia como marca, bien es cierto que mucha gente alega que otras profesiones se han visto reflejadas en series en mayor o menor medida, como médicos, abogados, policías o periodistas, pero la principal diferencia es que en todas esas series había diferentes actores realizando diferentes roles que mas o menos pueden reflejar la realidad de cada profesión y aun no siendo fieles a la realidad son bastante toleradas por los profesionales aludidos.
En Frágiles, solo hay un personaje que sea fisioterapeuta y una versión muy estigmatizada y sesgada de lo que actualmente se conoce como tal, ademas de poseer capacidades proféticas y poderes que le hacen capaz de diagnosticar con una simple palpación, ni tan siquiera se hace una exploración física en condiciones. Desde FSR se trata de mejorar esta imagen, pero la capacidad de difusión de la televisión es muy superior.
Todo ello sumado a que en un programa en la televisión publica, aparezca un quiromasajista, presentado como tal dando lecciones de corrección postural y terminando con un alegato final en pro de la regularización de su profesión que no esta reconocida como tal en la ley de profesiones sanitarias. ¿No es un poco incongruente que en una televisión estatal, pagada con dinero publico, se contrate a un consultor de salud que no es sanitario?
La parte positiva de Frágiles es que se habla, aunque poco de fisioterapia y puede ayudar a dar a conocer a la población general la existencia de una profesión, dando la posibilidad de acudir al profesional adecuado para solucionar sus problemas de salud, evitando ciertos pseudo-profesionales que a su manera también denigran la fisioterapia aunque poco o mas bien nada tengan que ver con ella.
La mayor problemática que puede causar una serie de televisión de difusión nacional es la estigmatización y en el caso de la fisioterapia un refuerzo del sambenito que ya sufrimos, muchos fisioterapeutas usamos el masaje como terapia, pero no exclusivamente, con esto no quiero decir que se cambie el modelo de trabajo de un profesionalo el guion de una serie, pero si hay una voluntad reflejar una profesión, se puede realizar con la participación de otros fisioterapeutas especializado en diferentes disciplinas como puede ser respiratoria (el gran olvidado) ginecológica, geriátrica, neurológica… ¿sigo?
Hay mucha mas fisioterapia detrás del cartel que se nos coloca, solo hay que hacer echar un vistazo a los hashtags #trospidos y #trospi2 correspondientes a los comentarios sobre la primera y segunda temporada respectivamente. La diversidad existente actualmente en la fisioterapia podría dar a los guionistas la posibilidad de un mayor numero de giros para la serie, aunque vistos los números de la audiencia, no creo que Frágiles llegue a una tercera temporada.
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